MVP: Como escoger los features correctos
December 17, 2024
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En el competitivo mundo de las startups, la creación de un Producto Mínimo Viable (MVP) es un paso crucial que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Sin embargo, muchos emprendedores se enfrentan al dilema de cómo seleccionar las características adecuadas para su MVP.
A menudo, se lanzan al desarrollo con una visión idealizada, solo para descubrir que las características elegidas no resuenan con sus usuarios o, peor aún, se convierten en un lastre financiero. Demian Schnaidman, experto en desarrollo de productos digitales con más de 27 años de experiencia y cofundador de varias iniciativas exitosas, comparte valiosos aprendizajes sobre este proceso. En este artículo, exploraremos cómo elegir los features correctos para tu MVP, optimizando recursos y maximizando el impacto en el mercado.
La Importancia del Producto Mínimo Viable
Cuando hablamos de MVP, debemos centrarnos en su significado: mínimo. Esto implica reducir nuestra visión a su esencia más básica para probar si realmente hay algo que funcione en el mercado. Un dato alarmante que encontramos es que el 18% del código desarrollado por startups nunca se utiliza y un 25% de las características lanzadas tienen menos del 5% de uso en su primer año. Esto significa que se gasta tiempo y dinero en características que no aportan valor real. La clave está en identificar cuáles son las características esenciales que pueden validar la hipótesis del producto sin sobrecargarlo desde el inicio.
Además, es fundamental entender que el MVP no debe ser visto como un producto finalizado, sino como un experimento. Cada iteración debe basarse en el aprendizaje obtenido del feedback real del usuario. Esto requiere una mentalidad abierta y la disposición a ajustar la dirección del producto según lo que los usuarios realmente necesitan y desean. Al enfocarte en lo mínimo viable, puedes evitar caer en la trampa de construir un producto sobrecargado con funciones innecesarias.
Evitar la deuda técnica
La deuda técnica es un concepto que muchos temen. Es el resultado de tomar atajos para acelerar el desarrollo. Sin embargo, es importante entender que esta deuda puede ser una herramienta útil si se maneja adecuadamente. Muchos CTOs evitan acumular deuda técnica por miedo a comprometer la calidad del producto, pero a veces es necesario priorizar el lanzamiento y aprender en el camino. En este sentido, debemos considerar la deuda técnica como una inversión estratégica; si gestionamos correctamente los compromisos a corto plazo, podemos obtener valiosos aprendizajes que nos permitan mejorar el producto a largo plazo.
Es crucial establecer un balance entre la velocidad de desarrollo y la calidad del código. Si bien es tentador apresurarse para lanzar al mercado, esto puede llevar a problemas mayores si no se planifica adecuadamente. La clave está en ser conscientes de cuándo tomar deuda técnica y cuándo evitarla; esto significa tener una visión clara sobre cómo se verá el producto en el futuro y cómo se escalará.
La opinión vs. el feedback del usuario
Otro error común es dejarse llevar por opiniones personales al construir un MVP. Todos soñamos con crear un producto espectacular, pero debemos recordar que el mercado tiene sus propias necesidades. Si nos enfocamos demasiado en nuestra visión idealizada, podemos perder tiempo y recursos valiosos. En lugar de ello, debemos permitir que los usuarios guíen nuestras decisiones sobre las características del producto.
La opinión personal puede ser engañosa; lo que creemos que es genial puede no resonar con nuestros usuarios finales. Por eso es vital implementar métodos para obtener feedback genuino desde las primeras etapas del desarrollo. Esto puede incluir encuestas a potenciales usuarios, entrevistas o incluso pruebas beta con grupos selectos. Al recopilar datos concretos sobre cómo los usuarios interactúan con nuestro MVP, podemos hacer ajustes informados y necesarios antes de avanzar.
Viabilidad y valor
Un MVP debe ser tanto viable como valioso. Imagina que estás en una carrera: ¿prefieres conducir un Ferrari o un Skoda? Aunque el Ferrari es atractivo, si no tiene la autonomía necesaria para completar la carrera, no servirá de nada. Lo mismo aplica para tu MVP; necesita ser sostenible y capaz de funcionar a largo plazo.
La viabilidad también implica entender cómo tu producto se ajusta al mercado actual y cómo puede evolucionar con él. Esto significa considerar factores como la escalabilidad y la capacidad para adaptarse a nuevas demandas o tecnologías emergentes. Un MVP exitoso no solo resuelve un problema inmediato; también debe estar preparado para crecer y evolucionar junto a sus usuarios.
Ecualización de Intereses
En una startup, diferentes roles tienen prioridades distintas. La clave está en ecualizar estas voces para trabajar hacia un objetivo común. Cada miembro del equipo debe comprender sus intereses individuales y encontrar un punto medio donde todos puedan contribuir sin comprometer la visión general del producto.
Esta ecualización no siempre es fácil; cada rol trae consigo diferentes perspectivas y prioridades. Por ejemplo, mientras que el CTO puede estar enfocado en crear un código limpio y escalable, el CFO podría estar más preocupado por mantener los costos bajo control. Es esencial fomentar una cultura colaborativa donde todas las voces sean escuchadas y se busque consenso en las decisiones críticas relacionadas con el desarrollo del MVP.
El MVP Como Proceso Continuo
Finalmente, es crucial entender que el MVP no es solo un producto finalizado; es un proceso continuo. Muchos técnicos creen que una vez terminado el MVP ya han cumplido su tarea, pero esto es solo el comienzo. La evolución constante y la adaptación a las necesidades del mercado son esenciales para el éxito a largo plazo.
Cada iteración después del lanzamiento inicial debe centrarse en mejorar lo existente basándose en datos reales obtenidos del uso diario por parte de los usuarios. Este enfoque ágil permite realizar ajustes rápidos y eficientes sin perder tiempo ni recursos valiosos.
Conclusión
Construir un MVP efectivo requiere enfoque, estrategia y flexibilidad. Al centrarte en lo mínimo viable, gestionar adecuadamente la deuda técnica y basar tus decisiones en el feedback real de los usuarios, estarás mejor preparado para lanzar un producto que realmente resuene con tu audiencia. Recuerda siempre que el camino hacia el éxito está lleno de aprendizajes; cada paso cuenta en esta emocionante aventura emprendedora.
Espero que estos insights te ayuden a navegar por el complejo mundo del desarrollo de productos digitales y a construir un MVP exitoso para tu startup.
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Autor:
Transformamos industrias creando soluciones digitales de primer nivel
Demian Schnaidman
CEO at Digbang